jueves, 10 de octubre de 2013

Y así fue hasta hoy

En vista de que podría pasarme milenios actualizando día tras día, he decidido hacer un remix y un resumen corto de lo que vivimos los días anteriores. 

El viernes 20 de septiembre por fin fue el día en el que encontramos el piso más aproximado a todo lo que estábamos buscando. Con habitaciones enormes y bien comunicado.  

Volvimos al Yellow para despedirnos de él, y a la noche salimos en una fiesta de españoles justo al lado del Pantheon. 
Una, que es muy absurda, nada más salir con todos dijo concentrada y emocionada: "Siempre quise salir en Roma con mucha gente para decir: ¡Andiamo!" y la gente, como es normal, murió de la risa. 
Temimos por nuestras vidas en el trayecto del bus nocturno. Ya que el autista (como se le conoce aquí) dejó las puertas abiertas, iba a toda mecha y recordemos que Roma está llena de adoquines.  Con lo que vimos nuestros cuerpos salir por esa puerta. Alguno de nosotros le gritó: "¡Autista Piano!" y yo, que soy así de divertida (y esa frase me la metieron muy bien en la cabeza, gracias) le gritaba: "Chi va piano, va sano e va lontano" 

Nos conocimos un poco más esa noche y lo pasamos bastante bien con los argentinos que partían al día siguiente. 

El sábado tocaba relax y último día en El Yellow. Tras discutir donde salíamos, decidimos que mejor que despedirnos de él, en su bar y discoteca. Conocimos a más gente, española, argentina e italiana. El argentino que se mostró interesante, me pidió que le explicase que era esa de la "Comunicación no verbal" y que le explicase algún caso con sus respectivos ejemplos. Tras hacerlo, le parecí aún más interesante. Y yo, echo de menos volver a estudiar todo eso. 
Fue una noche de risas, donde el punto álgido fue el mini balcón del baño común donde nos reunimos todos a hablar de lo que estaba pasando, y a reírnos de las apuestas que alguna compañera de piso tenía que cumplir. 

Al día siguiente ya tocaba por fin, instalarse en nuestro piso "Erasmusito", de lo que cabe resaltar cierto momento en el que estábamos con la casera y su madre, la cual dijo "Pericoloso" y yo luché por no reírme y continuar con una frase de "Il Re Leone" 

Encontré la taza de mi desayuno, o ella me encontró a mí, de Charlie Brown, y claro, tras varios meses de risas con "Snoopy", me volvió a dar el ataque. 

Al día siguiente, a la pringada ofical del piso, osea a mí,  le tocaba ir a clase por primera vez, y con ganas. Por la mañana empecé a conocer a las personas con las que iría a clase y después me fui a la primera clase, no dimos nada pero conocí a mi primer compañero de clase, vecino y buen amigo valenciano-romano. 

Y la semana pasó entre más fiestas, y clases. Clases que adoro como las de cine, que a pesar de dar toda la historia que ya disfruté y di en España, vemos visionados que algunos nunca vi, y los viernes toca analizar escenas. Si supiera más italiano, estaría yo también analizando, pero claro. 
Conocimos a más gente, disfruté más de la ciudad, pateé la misma "turisteando" un poco, y volviendo a pasar por la casa donde viví el año pasado, y me quedé un par de días sin gemelo. Y sin voz. 

Y más anécdotas como ver a un ladrón que huye a toda mecha mientras es perseguido por un agente de seguridad y te preguntas mentalmente que dónde está Ezio cuando se le necesita, ya que eso en el siglo XVI esto no pasaba (Frikada del Assassin's Creed) 

Ver la Fontana di Trevi de noche, una de las colinas desde donde se ve toda Roma. E ir a pueblecitos donde hay fiestas del vino. 

Tras este resumen intentaré actualizar cuando pasen todo ese tipo de historias increíbles e inverosímiles. 

Como hoy, que al despertar he encontrado una planta en mi piso por arte de magia romana. 

Esto es Roma, esto es todo, amigos. 

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